18 mar 2007

La vida sin Naif


Esta mañana sacrificamos a Naif.
Naif era una gata que por más de 15 años estuvo con nosotros. Nuestros primeros seis años con Mariana, cuando no teníamos hijos, transcurrieron con Naif que luego tuvo a Nadir.
Por tener la ñata blanca, se agarró un neo espinocelular que se transformó en una herida que nunca cicatrizaba.
Sabíamos que íbamos a tener que sacrificarla, el tema a definir era cuándo hacerlo.
Si esperamos mucho, iba a terminar sufriendo demasiado, decayendo, desfigurándose. Si nos apurábamos, era matar a un animal sano.
Es difícil saber cuándo empieza a inclinarse la balanza entre compasión y esperanza.
Me llamó la atención el procedimiento (un curarizante). Por algún motivo (que se hace obvio mientras escribo) la eutanasia humana es más humana que la animal.
Al volver del veterinario, cavé un pozo cerca de las tacuaras.
Es curioso, pero las tacuaras que planté en un rincón del terreno se volvieron de a poco una especie de santuario donde voy a ponerme de cuclillas a pensar cuando ando complicado con algo.
Enterrarla ahí tenía cierto sentido. La tacuara se nutre de ella, cuando nos vayamos de acá, me llevo una muda de la tacuara.
Me asombró redescubrir que el saber las fases de un duelo no me exime de transitarlas. Las primeras horas me pasé pensando que cabía la posibilidad de que el veterinario, que se me antojó un imbécil, podría haberse equivocado con la dosis y que la gata podía revivir en cualquier momento. Al instante me dije: "Negación!". Pero igual cada tanto volvía al lugar donde estaba enterrada pensando que si se movía una piedrita iba a volver a cavar.
Ahora es de noche. Todo sigue en su lugar.
Abril, parecida a mí, reaccionó pidiendo para estar sola leyendo un rato. Yo me pasé el día conectado a la red, leyendo y derivando por páginas y sitios.
Mariana siempre es más emocional. Alejo es el menos afectado.
Es raro, pero Alejo que tanto teme a las enfermedades, no se complica con la muerte. Puede que sea la edad, pero el siempre asumió que cuando alguien se muere "empieza todo de vuelta, pero uno no se acuerda".
Nunca nadie le dijo tal cosa. En casa somos agnósticos y cuando Abril preguntaba le dábamos respuestas de tipo "alguna gente piensa A, otros piensan B, otros C". El sigue afirmando que cuando uno muere vuelve a nacer.
Nadir, no se mostró muy alterada. Hoy ligó más mimos que de costumbre.
Yo estoy triste, solo que demasiado curtido como para llorar. O quizás es parte de la negación o quizás algo budista permeó en mi agnosticismo.
Por algún motivo pintaba un año de pérdidas.
Vamos a ver cómo hacemos cuando se note más el hueco que queda en la familia. Hoy, la reacción familiar fue aglutinarnos un poco más.

Traje a los niños para que vieran cuando la enterrábamos, nos despedimos con un casi alegre "chau Naif". Salimos a almorzar y brindamos por los lindos años que pasamos con la gata. Nos consolamos pensando que era lo mejor.
A la noche todo el mundo se fue a dormir. Me dí una vuelta por el fondo. Revisé que no hubiese ninguna piedrita fuera del lugar al lado de la tacuara. La negación retrocedió un paso. La tristeza aumentó un poquito. Algo hizo que se acumulara líquido en el borde de los párpados. Sentí un poco de pena por mí y lloré.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

puedo entender que en la vida familiar,Naif se convirtio en el simbolo de lo estable.Aunque se diera sus escapadas,siempre estaba alli ymaullaba pidiendo comida,o no era asi?no lo se pero si se que debe haber habido otras Naifs en vuestras vidas que tamien fieron despareciendo o simplemente diluyendose de manera que ni siquiera hacen sombra por momentos.por eso esos ojos llenos de lágrimas redimen en cierta forma el olvido de otras naifs que talvez sintieron ser simbolos.Chau Naif,pero te quedas dentro de mi corazon con mis gustos y mis disgustos.Bien por Ale me recuerda a Nunca en domingo cuando la protagonista iba al teatro y cuando saludaban los actores decía:vieron que no murieron,estan todos alli.Y debiera ser siempre de esta manera.Yo tengo una perra que vive en una estrella,todas las noches charlo con ella,y mi niña está conmigo en esos momentos

Marcelo Escobal dijo...

Por suerte existieron muchas Naif. Y ojalá todos puedan experimentar la sensación de tener una. Hay una canción de Silvio Rodríguez que dice que "la compañía vale soledad". La pérdida es el precio que se paga por compartir un pedazo de vida con alguien o algo. El precio es justo. Ni más, ni menos.
Gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

Es un gusto compartir con tan dilecto pensador que es o seria espantoso que llegara gran hermano.Todo lo que el consumismo puede llegar hacerle a la gente y la falta de personalidad de aquellos que solo lo miran "porque hay que hacerlo,todos lo hacen"me confieso consumista en una cantidad de cosas,y no me importa decirlo,pero busco lo que por encima de todo lo que nos puede entrar por los ojos y los oidos,lo subliminal y lo grotesco,pueda llevarme a transitar por los caminos que siempre he andado.Si amigo,yo no tengo hijos,pero considero a los niños como el tesore mas preciado de la sociedad y por lo tanto,que conserven su naturalidad que no los oigamos jugar como a veces los siento con ese tonito de comedia centroamericna o argentina con su estrecho vocabulario.Por todo ello Gran hermano deberia borrarse en la historia de la humanidad como tantoas otras cosas groseras e inutiles.hasta siempre--

Mariana Porta dijo...

Como tu blog es una de las lecturas que mas disfruto, vuelvo a él, a sus entradas antiguas, como quien vuelve a aquel libro disfrutable para proteger su paladar intelectual. Lo de Naif me gustó más inclusive ahora. Tengo esa forma de procesar en etapas. Es un años que.. perdón... es una vida que simpre está obligándonos a despedirnos y a volver a empezar.

Anónimo dijo...

gracias por amara los animales

Anónimo dijo...

despues de leer esto e llorado,
me gusta como escribes, transmites mucho

mua
núu!

Marcelo Escobal dijo...

Ver post del 22/2/08.
Gracias por los comentarios.

Marcelo Escobal dijo...

Pasó ya un tiempo (28/4/10) y extraño a esa gata. Su hija (Nadir) está en mi falda en éste momento.Los duelos se acumulan en la mirada (por eso las patas de gallo).

Mariana Podesta dijo...

Recuerdo el dia. La rescatamos con Martin de la calle. Estaba hecha un bollito refujiandose contra una cortina de metal de un almacen.
La levantamos, nos miramos y dijimos casi al unisono "Se la llevamos a los chiquilines!" (en esa epoca eramos chiquilines)
Llegamos. Tocamos timbre. Uds abrieron la puerta del departamento, yo la levante a la altura de la cara y les dije: "miren esto! Mirenla a los ojos y diganle: ´fuera monstruo horroroso! fuera de mi casa!´, a ver si pueden...!

y no pudieron...

y Naif se quedo.

Para siempre.