18 nov 2007

Monte -> Brasil -> Adolescencia -> Termas -> Fiesta X


Puse Play en el aparato y en mis oídos una voz dice "Bom día comunidade..." y empieza a sonar Marisa Monte (Tribalista) con Carnavália. Como un flash, se estampó en mi red neural el recuerdo vívido de mi primera (¿y única?) salida con una escola do samba.
En verano solíamos acampar en las Termas del Arapey durante un mes entero (mínimo). El tiempo daba para todo y había mucho embole de adolescente. Como era habitual, pasaba largas horas (durante la siesta de los demás) leyendo.
En el campamento de enfrente una brasilera de unos 12 años hacía exactamente lo mismo.
En un acto inusualmente arriesgado para un nerd de 11, empecé a molestarle reflejando el sol en su cara con un espejo. Levantó la vista y me dedicó una enorme sonrisa.
Esa noche (recuerdo el calor, la piel tirante y espíritu de fiesta) desfilaban las comparsas improvisadas de brasileros que también acampaban por varias semanas y llevaban ahí un pedazo de Brasil.

Parado al borde del desfile veo pasar a la brasilera que me agarra la mano y sigue bailando sin soltármela. Era nerd pero educado, así que no la saqué. Durante una fracción de segundo asomó toda la timidez, pero no tuvo tiempo de desplegarse. La brasilera no le dió tiempo. Así que desfilé ante la mirada atónita de mis familiares. Como la rosa, todavía no logro acordarme del nombre.
Al año siguiente fue una entrerriana que me hizo bailar en una discoteca. Ya más suelto, un tiempo después, otra brasilera me enseñó cómo se debe besar a una mujer.
Ayer, en la Fiesta de la X, después de deambular por carpas con música electrónica, rincones rastafaris y tinglados de rock "de acá", veía a Mariana bailando con esa cadencia que sólo existe más al norte del país. Todo me hacía acordar de esas épocas en las que me despedía de la inhibición de niño-nerd y veía atisbos de una sabiduría de mujer que hasta hoy me trae ecos del Misterio.
La lluvia nos empapó totalmente mientras caminábamos hasta el auto.
Ahí la música paró. Pero el aparato tiene una tecla llamada "Rew" que me llevó de vuelta a:







"Bom día, comunidade...

Sinto a batucada se aproximar
Estou ensaiado para te tocar

Repique tocou, o surdo escutou
E o meu corasamborim
Cuíca gemeu
Será que era eu
Quando ela passou por mim ..."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande contento me dió al saber de vosa tambourada.
Lo bueno -en mi rewew- es cuando iba a darle al tambor con toda el alma: y no pensar en nada; uno iba al tambor para no pensar en nada; uno iba con la maza de Dionisos y con la sordera de Apolo, hasta volver el parche en pergamino tenso una sartén incandescente en la que pasar los colores y los brillos hasta que algo como el mar o la noche hiciera camino en mí.
EN fin, comoo en la canción de ray heredia, me evocaron con sus escritos de su batucada -sus poemas y sus prosas- la alegría de vivir...
¡Y cómo me llegó la primavera de la vida de ese nuestro SUR¡ ¡Moverme, viajar, ir a buscar en otra parte lo que no encontraba en otra fue una receta de grande conveniencia en mi pasado vivir¡ Pero eso forma parte de mis memorias: Retrato del artista a sus ochenta y siete años¡ (que esa es la edad/velocidad en que proceso la información tan rápida que nos llega día a día, bit a bit, blog a blog, en ésta...
Un amigo que os sigue con afecto,
Ralmador de Samos

Manuela dijo...

No es de extrañar que te trajera tan bellos recueros. Tanto la música de Marisa Montes como su cadéncia.
Tengo tres joyas en lengua portuguesa, una Marisa Monte, otra Cesarea Evora y ¡cómo no! Dulce Pontes.

Marcelo Escobal dijo...

Gente del norte! Gracias por los comentarios! Aunque no lo puedan creer, todavía sigue esa canción sonando en el reproductor de mp3. Espero poder despegarme antes de fin de mes.
ME