
Hoy se cumplen 34 años del golpe de estado en mi país. El 27 de junio de 1973, los militares, con la complicidad de esos civiles que nunca faltan, terminaron de apoderarse del país, transformándolo en territorio ocupado, la mitad de la población prisionera, una parte ignorante o indiferente y otra parte cómplice.
Mientras almorzábamos con mis colegas en "La Mesa Del Fondo", nos pusimos a recordar cómo nuestros padres y familiares nos transmitieron la sensación de tragedia que implicaba el golpe, la impotencia, rabia y pena.
En mi caso, recuerdo a mi padre (que jamás decía una palabrota) mirando por la ventana mientras pasaban militares. Yo tenía 6 años y me pareció curioso. Le pregunté de qué estaban hechos los cascos de los militares. Con mucha bronca contenida, me dijo: "De mierda, m'hijo... de mierda". Después de eso, algunas de mis maestras de escuela fueron encarceladas, algún padre de compañero de clase torturado y muerto.
Un colega recordó que el día del golpe, allanaron la casa donde estaban sus padres y sus abuelos. La familia estaba tan absorta en la TV y tan shockeada, que la negación primó. Los milicos entraron, revisaron la casa y se fueron sin que nadie les diera pelota.
Una colega recordó cómo el primer comentario de su padre fue: "No me pienso deshacer de los libros". Porque en esa época, cualquier libro podía ser calificado de "sospechoso", convirtiendo a su dueño en un "sedicioso" o "tupamaro" (equivalente a "terrorista"). Para los extranjeros, una aproximación puede ser la película "Estado de Sitio" de Costa Gavras.
Otro colega recordó que su hermano le pidió que pasara a levantar un grabador en la casa de un amigo. "Tocá en el apartamento 7," le dijo. Mi amigo, en ese entonces con 17 años, tuvo la mala suerte de tocar en el 9, donde vivía un policía. En 5 minutos, dos gorilas le hicieron entrar a un auto sin identificación, le amenazaron con "dejarlo flotando en el río", le detuvieron, citaron a su familia, que quedó automáticamente en categoría "sospechosa".
Otro colega contó cómo se vivió la cosa en el colegio al que iba. Se suspendieron unos días las clases y cuando se retomaron, mi amigo preguntó qué había pasado. El profesor dijo algo así como: "Lo que pasó fué...." y dió un golpe en el pizarrón. Estaba prohibido usar la palabra "Golpe de Estado". Igual el profesor (de "Educación Moral y Cívica") se empeñó en enseñar la Constitución. Mi amigo recuerda que en un momento se la olvidó en el salón de clases, y otro profesor salió diciendo: "alguien se olvidó de este libro de ciencia ficción en el salón".
Fueron muchos años de paranoia, miedo, prohibiciones, cazas de bruja, desapariciones, cárcel, torturas para muchos compatriotas. El resto sobrevivía como podía en un país ocupado.
Hoy, las encuestas dicen que para la gente, el factor decisivo en el golpe de estado fue: Estados Unidos (26%), la crisis económica (20%), la clase política (35%), los tupamaros (16%) y el contexto internacional (10%).
Diría que hay casi un consenso con respecto a que fue un politraumatismo en la historia del país, que requirió internación prolongada, cuidados intensivos y que comprometió la calidad de sobrevida.
En la foto: tanques rodean el parlamento.