Mi agenda me mostraba otra de las actividades víctimas de mi procrastinación: postear algo en "El Ñudo". Dado que mi humor en relación al mundo no es de los mejores, no quería llenarlo de mala onda. Como mi mente es más sabia que yo, me fijé que habían varios defectos: un mapa viejo, dos etiquetas para la misma cosa ("autoreferencial" y "autorreferencial") y errores menores. Entonces me dediqué a arreglarlos.
Arreglé los mapas: cada vez entra menos gente. Tampoco era esa la finalidad del blog. Siempre entra alguien de Australia (ver mapas 2007, 2008 y 2009). Me pregunto si es la misma persona itinerante con un notebook viajando por el continente o si aleatoriamente cae 1-10 australianos por año por acá.
Arreglé el encabezado: estaba coherente para mí, pero sería totalmente incomprensible para alguien que accede... digamos desde... (ver mapas).
Finalmente arreglé la etiqueta doble: busqué en google (usado como corrector ortográfico) la forma correcta (no ortográfica, sino internáutica) y cargué una a una para corregir ese ítem.
Fué todo un viaje: un diario de los vaivenes de mis intereses, el solipsismo de mi hijo, la crítica social de mi hija, el árbol genalógico, Mariana... etc.
Decidí documentar lo que hice, porque el efecto es curativo: estoy menos peleado con el mundo y se recupera un poco el sentido de todo (lo que no es poco). La entrada actual quedará etiquetada, obviamente como "autorreferencial".
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